martes, 15 de marzo de 2011

Un empate y definimos en casa

La mueve Giuntini

Kimberley fue claramente superior a Atlético Villa Gesell y, aunque no paso del empate, fue positivo de cara a la revancha en Mar del Plata.

Mereció mucho más Kimberley. La igualdad sin goles de ayer frente a Atlético Villa Gesell en condición de visitante, dejó un sabor a poco para los marplatenses, aunque de cara al cotejo de vuelta por el primer play off del Argentino C, la buena producción futbolística y la clara superioridad sobre el rival, auguran un mejor futuro.
El conjunto dirigido por Damián García tras un flojo primer tiempo, condicionado por el fuerte viento a favor, fue dueño del complemento. Si bien no brilló en la segunda etapa, tuvo el protagonismo del partido e hizo los méritos suficientes como para llevarse el triunfo. Pero falló en los últimos metros, en el pase de gol y la definición.
El resultado es bueno, pero mejor es la imagen de superioridad sobre el rival y la producción futbolística a la que sólo le faltó algo de puntería. Restan 90´ y nada está dicho, es cierto, pero de repetir lo realizado en el segundo tiempo de ayer, el triunfo y la clasificación están muy cerca.
El viento a favor obligó a Kimberley a asumir el protagonismo desde el primer minuto. Pero fue tal la fuerza que ejercía que conspiró en la habitual circulación de la pelota que siempre muestra el elenco marplatense. Se jugaba en campo rival, pero la desesperación por desnivelar y la potencia del viento, generaron una gran imprecisión y por eso los avances, a pesar de ser continuados, se diluían en 3/4 de cancha. Por su parte, Atlético Villa Gesell, también obligado por el viento, se asoció por el piso, pero se topó con una defensa bien plantada y el notable sacrificio de Murno y Servera. Así y todo, el local tuvo la primera chance del juego con un tiro libre de Alba que por muy poco no pudo conectar Diego Gutiérrez (7´).
Y aunque reinaba el apuro y la imprecisión, sobre los 22´ Kimberley tuvo tres opciones nítidas para romper el cero. Sin embargo, Rodrigo Escudero estuvo brillante con sus intervenciones bajo los tres palos y le ahogó los gritos a Parra, el córner casi olímpico de Giuntini, al que le contuvo también un disparo de media distancia.
De ahí en más, el juego fue desapareciendo entre los pelotazos del local y la impericia del “Dragón” para usufructuar el viento favorable.
Y a ese viento pudo contrarrestar en el complemento. Con una gran tarea de Giuntini en la elaboración, la recuperación de Murno y Servera, y el aporte de Vuoso y Parra para asociarse, Kimberley continuó siendo protagonista pero esta vez por virtudes propias y no por el empuje del viento. Situación que despilfarró Atlético Villa Gesell al abusar del pelotazo.
En ese contexto, aparecieron las diferencias entre uno y otro y se evidenció la superioridad de los marplatenses que a los 4´ pudo desnivelar, pero Gutiérrez despejó un centro bajo de Vuoso antes de la llegada de Parra. A los 12´ Giuntini apuró la salida de un tiro libre y dejó a Castagnino en franca posición de gol, pero el ex Unión remató defectuoso.
Con la solidez defensiva, los volantes visitantes se animaron a jugar y mostraron parte de su repertorio con notables asociaciones y triangulaciones. La primera, a los 15´, se inició en los pies de Giuntini por la banda izquierda, continuó (previa intervención de Parra) por la derecha con Castagnino, quien llegó al fondo, tiró un centro excelente que Vuoso cabeceó con fuerza, pero Escudero atajó de manera espectacular y en el rebote Parra estrelló su tiro en el palo.
El dominio de la visita era total. Sin embargo no se podía cristalizar en el marcador por la imprecisión en los pases finales, o bien en la definición como a los 24´ con el remate cruzado de Parra que salió ancho. El delantero generó también sus propias chances, pero no las pudo terminar. Sobre los 33´ el balcarceño recibió un gran pase de Giuntini y definió muy bien, pero la pelota no entró por centímetros al arco defendido por Escudero.
En los últimos minutos, Kimberley ya no tuvo la misma intensidad en sus ataques a pesar de ser superior desde lo futbolístico y hasta en lo físico. El equipo de Villa Gesell estaba cansado, ya no tenía aire, pero tiró el resto a puro pelotazo y empuje, ayudado por el viento. Sin ideas, ante una defensa bien parada, sólo inquietó con un tiro libre de Blanco que se fue apenas desviado.
El “Dragón” fue más y mereció más que un 0 a 0. Dejó en claro que es superior al rival, lo que le brinda cierta tranquilidad de cara al cotejo de vuelta en Mar del Plata.



Por Germán Ronchi
gronchi@diarioelatlantico.com

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